
Es cierto que ...
cuando empecé a usar ordenadores me sentí bastante torpe y no me gustaban nada las tecnologías, pero al final mira, quien me iba decir que acabara con una pantalla pegada todo el día, buscando y encontrando mejoras en mí y en lo que hago.
El hecho de ser constante en una actividad que nos interesa es la causa a la que debemos agradecer nuestra motivación.